sábado, 8 de mayo de 2010

Nuestros Invitados

Juan Calzadilla (Altagracia de orituco 1931) poeta, pintor y crítico de arte venezolano



Estudió en la Universidad Central de Venezuela y en el Instituto Pedagógico Nacional. Premio Nacional de las Artes Plásticas de Venezuela (1997) Es cofundador del grupo El techo de la ballena (1961) y de la revista Imagen(l984). Irrumpe en el espacio literario venezolano a mediados de la década de los cincuenta. Integrante de El techo de la Ballena, Calzadilla realizó junto a importantes figuras de las letras y del arte en Venezuela (Adriano González León, Salvador Garmendia, Jacobo Borges, Caupolicán Ovalles, entre otros) una labor que unía al mismo tiempo una iniciativa para impulsar visiones vanguardistas, enfocadas en el surrealismo, con una militancia activa y contestataria, producto de la efervescencia política y social de entonces. Su obra es muy vasta, entre sus Primeros poemas (1954), hasta Noticias del alud (2009), su título más reciente, hay más de veinticinco poemarios. En el 2009 una selección de 11 de sus libros fue traducida al inglés y publicada por la editorial Salt Publishing

"Hacerse oír"

Si pugnas por sobresalir,

si luchas discretamente por hacerte oír;
si lo que está en juego es hacerte oír;
so das y recibes órdenes;
si lo que crees que quieres decir no está
por debajo de las aspiraciones del grito de los demás;
si en definitiva de lo que se trata es de hacerte oír
se comprende que el tono de tu voz debe ser
no necesariamente autoritario pero sí
lo suficientemente resuelto
como para levantarse sobre el ruido en medio
del cual los otros elevan el chorro de sus gritos
con menos esfuerzo del que ahora tú pones en callar.

De: Diario para una poesía mínima (1986)


"Lugar Común."

Apenas puedo sentirme culpable de lo que siento
que soy culpable.Advierto: no de muchas cosas
pero tal vez culpable (del lugar común) de
mi existencia o de no haber hecho nada
para dejar de sentirme culpable
de ser culpable de lo que
me hace culpable

De: Tacticas de vigia (1982)


"Aventuras de la forma"

(1989)


Oscar Marcano (La guaira 1958) narrador y ensayista.


Foto: Vasco Szinetar

Cursó estudios de Comunicación Social y Letras en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Católica Andrés Bello. Obtuvo el Premio de la Asociación de Críticos Musicales en 1988, Mención Premio Fundarte de Narrativa en 1994 y en 1999 recibió el Premio de Cuento del II Concurso Literario Arístides Rojas y el Premio Internacional Jorge Luis Borges, ambos con el libro Lo que Françios Villon no dijo cuando bebía, el cual ha sido publicado en una versión corregida bajo el título Sólo quiero que amanezca (2002). Su obra está conformada por los libros: Inecuaciones (1984),Sonata para un avestruz (1988) ), Cuartel de Invierno (1994),Sólo quiero que amanezca(2002) y Puntos de sutura (2007)

Fragmento de “Lo que Françios Villon no dijo cuando bebía”

La noche en que mi tercera guerra mundial arreciaba, salí de casa a dar una vuelta. Tenía el alma de caqui. No había hecho escenas, no había roto nada, pero mi mujer se había quedado llorando y los niños también. Su madre le decía que era el síndrome de abstinencia, su hermano que era una cuadratura de Urano y Plutón, pero ella creía que era otra mujer y por eso lloraba.

Me detuve en el mirador de la Cota Mil a contemplar la luna. Alcé la mirada y reparé en la bóveda celeste. Estaba tal cual la describen en el planetario Humbolt, con todos los bombillitos de las constelaciones encendidos. Abajo también Caracas parecía un manto de lentejuelas.

Me habían prohibido el alcohol y fumaba como un turco. Llevaba dos horas manejando. Todo el tiempo de ida. Había acariciado la idea de lanzarme contra la baranda de la Libertador, pero me dio miedo. Además, otros infelices transitaban por la parte de abajo. Entonces no sé por qué me puse a pensar en los elefantes. Si era verdad que tenían buena memoria deberían recordar lo que uno les dice. Hace unos años había ido a dar al zoológico de Caricuao, y en medio de la borrachera había conversado largamente con el elefante que tenían allí. Estaba seguro de que si regresaba y el animal no se había mudado a otro zoológico o al África, tampoco recordaría nuestra conversación. Luego me puse a pensar en Maruja.

De: Sólo quiero que amanezca(2002)

Lea más en: Ficción Breve

Luis Moreno Villamediana (Maracaibo, 1966) poeta, traductor y crítico literario

Licenciado en Letras por LUZ donde se desempeñó como profesor. Realizó estudios doctorales en Literatura Comparada en la Universidad de Louisiana (EE UU). Ha sido profesor invitado en la ULA. Recibió el Premio Internacional de Poesía Pérez Bonalde (1997) y el Premio de Poesía de la Bienal José Rafael Pocaterra (1992). Ha publicado los poemariosCantares digestos (1995), Manual para los días críticos (2001), En defensa del desgaste(2008) y Eme sin tilde (2009). Recientemente fue incluido en Cuerpo plural Antología de la poesía hispanoamericana, publicada por El Instituto Cervantes y la editorial Pre-Textos. Antología de la poesía hispanoamericana, cuya edición estuvo a cargo de Gustavo Guerrero Actualmente escribe y administra el blog de reseñas literarias 500 Ejemplares con Carolina Lozada, y lleva el blog personal Humor vagabundo.


"Muerte compartida"

¿en qué piensan las mujeres que amamos

cuando no están pensando que no deberían ya más

estar pensando en uno,

si en uno piensan

cuando van a dormirse o a lavarse

las manos, a oscuras

(un segundo siquiera) en el baño

con la puerta entreabierta?;

¿y a quiénes/cómo/les hablan

mientras cavan un pozo/despacio/y nos guardan/

con la sola elección de esas palabras

que escuchan otros/distintos,

cierra la nevera es de día tengo los pies dormidos?;

¿y/de nuestra sombra/cuánto

cabizbaja inmóvil silenciosa crispada,

si de nuestra sombra algo ven,

logran ver/

detrás suyo/

cuando ven un espejo?;

¿con qué entonces sueñan las mujeres que amamos

después que han decidido

que es mejor recordar un hoyo o un pedazo

del aire/recortado/borroso/

en el lugar/allí/donde estuvimos

con tal vez un sombrero

roñoso tal vez/o memorable?; (un sombrero de fieltro;)

¿duermen acaso las mujeres que amamos,

hablan o se alimentan

o igualmente no amar las hiere tanto?;

nosotros a los que no aman ellas no dormimos,

como moscas rondamos las ventanas, o arañas,

vemos televisión sin saberlo o que importe,

conversamos lo justo apenas

para que el mar no nos arrastre

si nos confunde con una anguila muerta;

pero es bueno callarlo;

egoísta sería no respetar todo eso

con que se nos olvida;

ser tanto amadas un poco/me imagino/

ha de doler

y ellas/las que amamos/lo saben;

algún duelo ha de haber

en ocultar que se es el universo


John Galán Casanova ( Bogotá, 1970). Poeta y ensayista.


"Las putas y los poetas"

Los poetas llegan
caídos de la borrachera
y hablan y hablan y hablan.

Poeta que se respete
carga un poema en el que ha escrito
sobre nosotras, la libertad,
el alcohol y otras lindezas.

Ellos saben
que aquí se les celebra todo
siempre y cuando traigan plata.

Sin plata no hay poema que valga.

"ALMAC N AC STA"

Viejas letras de madera sobre la fachada blanca de cal
anuncian a los pobladores el ALMACÉN ACOSTA.

Nadie se ha ocupado en reemplazar las que han caído.

Cuántos años creciendo recostado bajo el marco de la puerta
para nunca reparar en estas cosas.

Es preciso una tristeza que lo traiga a uno de regreso,
apoyar una escalera sobre el muro
y fijar el cartel:

EMILIO ACOSTA MARTÍNEZ

—mi padre, HA MUERTO.

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